El dejar de ir a ver in-situ la carrera más importante del mundo, el Tour de Francia, no solo a afectado a los españoles como pudimos comprobar en la pasada edición de la ronda gala en su discurrir por los montes pirenaicos, la crisis también acucia a la población alemana donde según un informe de la principal agencia financiera germana Creditreform, 6,7 millones de alemanes no llegan a fin de mes y estas mismas personas rozan el límite del umbral de la pobreza conforme al nivel de vida de dicho país.
Si, si, os comprendo y me diréis que a mal de muchos consuelo de tontos, pero con esto os quiero hacer ver que no todo es oro lo que reluce fuera de nuestras fronteras. Bueno no me enrollo más y vamos a lo que iba sobre el tema que saco a la luz. ¿Quién de los que hemos ido a ver el Tour, no conoce a Didi Senft? y me contestareis que ¿Quién es ese?. Pero si os digo que es el Diablo vestido de rojo, siempre con su tridente en la mano apoyando a los ciclistas en cada cuneta, ya me diréis que sí, claro que si lo he visto o me hice una foto junto a él en el col de...
Os cuento lo sucedido esta mañana. El día no ha sido el más propicio para salir en bicicleta, cielo grisáceo y lluvia intermitente, fina, agradable mojarse, aire de frescura en el rostro. Parada a tomar café en el bar de siempre, un encuentro con mi amigo Reinhard, al que llamo "el Alemán ciclista", me alegra el comienzo de la mañana. Hablamos como siempre del tiempo y me comenta -bueno más diría que me riñe- sorprendido con su alemán- español de las películas de guerra:
- ¿¡Paco no has dicho nada en tu blog de lo de Didi¡?
Mi cerebro lo primero que iba a comentarle es lo mismo que le digo a todo el mundo que me pregunta -que la temporada esta finalizada y rellenar por rellenar tampoco es bueno y cansa al personal (aparte yo también necesito desconectar de esta maquinaria que engulle y desnaturaliza las relaciones con las personas, como bajo mi opinión es todo este mundo de internet, aunque a mi me encante, por cierto que estoy pendiente de escribir pronto algo relacionado con esto), pero no, le conteste si había fallecido.
- ¡Claro que no! me contestó. Es uno de los afectados de los muchos que hay, en lo que aquí anunciáis y pregonáis de mi "maravilloso país".
Me comentaba lo del informe de la entidad de crédito alemana y de la situación angustiosa en la que vivía el "Diablo" con 62 años, el cual debido a sus problemas financieros, ha decido el poner el punto y final a su presencia en las cuentas de las carreras ciclistas que desde su irrupción en el Tour de Francia de 1992, se convirtió en uno de los iconos del ciclismo. El diablo y su tridente, siempre en la cuneta. Un referente sin nada que ver con la prefloración de desnudos y disfraces que le aportan un lado friki a este deporte. Senft nacio en Berlín, el 7 de febrero de 1952 y cuelga el tridente y el disfraz que se inspiraron en el italiano Claudio Chiapucci. Presente en la ronda gala, pero también en algún Giro de Italia, alguna que otra clásica y en muchos mundiales, su particular estética fue objeto de culto por aficionados, nunca rechazó una foto o un autógrafo. Un genio del ciclismo sin dar pedales.
Al ver este mi cara de descrédito, me dijo: metete en el diario alemán BILD y te lo traduzco, cosa que he hecho y acabo de publicar. Gracias Reinhard. Y echaremos de menos al Diablo dando sus saltos al paso de los ciclistas.
Con los pies en la tierra, es más o menos parecido a lo que aquí en nuestro país sucede, con la única y gran excepción que ellos no tienen a entidades que tanto están haciendo y dando por las personas, como son las Hermanas de Sor Ángela de la Cruz, las Bolsas de Caridad de las Cofradías de Sevilla y Caritas, sin las cuales los terribles embates que esta viviendo una gran parte de la población sevillana, sería incrementados y esto sería ahora mismo, un caos total sin ellas.
Viernes, 7 de noviembre de 2014