Tras cruzar la línea del kilómetro 0, Luis Maté (Cofidis aceleraba con la esperanza de que se sumaran a él otros corredores. Sin embargo, las escasas opciones de éxito no incitaban a la fuga. El corredor español iniciaba así un viaje en solitario en el que probablemente ni siquiera él confiaba al 100%. Tras lograr una ventaja máxima de 5'30'' (km 19) y constatar que el equipo Omega Pharma Quick Step tenía la intención de controlar la situación, el llamado lince andaluz abdicaba a la altura del km 44.En función del miedo a los cortes en el pelotón, que varía dependiendo de la orientación y, sobre todo, la exposición del pelotón a los vientos laterales, el ritmo subía o bajaba. El pelotón ha avanzado unido, a una velocidad que ha ido acentuándose conforme se adentraba en los últimos cuarenta kilómetros. Mark Cavendish vivía su primer traspié a 35 km de la meta como consecuencia de una caída, si bien el Omega Pharma Quick Step recuperaba la fuerza en el tramo final. En lo que respecta al Argos-Shimano, sus corredores son los que más se han dejado ver durante los últimos kilómetros. El tren del Lotto-Belisol se formaba de forma un poco más tardía, un timing que sin embargo ha resultado de lo más acertado dado que Andre Greipel se encontraba en una posición perfecta a 200 metros de la meta para desplegar sus fuerzas sobre la parte derecha de la carretera, poniendo la directa hacia la quinta victoria de etapa en el Tour.
Un poco más atrás, los papeles se invertían en el equipo Orica-GreenEdge, puesto que el lanzador habitual de Matt Goss, Daryl Impey, jugaba sus propias cartas al salir a la conquista del maillot amarillo. Le ha bastado colocarse 7 puestos por delante de su líder Simon Gerrans para encaramarse a lo más alto de la general. 13º en la línea de menta, frente a la 48ª posición de Gerrans, Impey se convierte así en el primer portador del maillot amarillo procedente del continente africano.